Cambia el horizonte sus colores tan gentiles, mientras suaves te recorren mis caricias.
Quiero recorrerte entre mis labios y entender...
...entender nada.
Quiero recorrerte entre mis labios y entender...
...entender nada.
Mis ojos son delatores de mis deseos y tu mirada estremece cada minúsculo detalle de mi piel.
No sé que es esto, no me importan los carteles; frente a tus ojos y tu boca, prefiero no cuestionar.
Es allí cuando el placer me desborda, deshace mi racionalidad habitual.
Sólo quiero acercarme, recorrerte, adueñarme de tus sensaciones.
Esta intensidad constante y en aumento no da respiro, y podría asegurar
que soy un todo en estado de gracia.
Lo demás... lo escribiré en tu piel.
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