Me disponía a la resignación, y a entregar al viento frío del olvido los últimos apasionantes acordes de mis yemas, cuando la tierra dejó fluir una noria de placer exhultante y la colocó en frente de mis deseos más olvidados.
Surgió violentamente y sin dar tiempo a la vil elucubración, desplegando mi más completa entrega.
Ahora, los pétalos agitados por mis soplidos van cayendo sobre mi vientre, como labios rojos ardientes en mi cuello, pidiendo por más droga.
El corazón se me desborda latiendo infernalmente y mi cuerpo se transforma en un altar de sensaciones endemoniadas.
Surgió violentamente y sin dar tiempo a la vil elucubración, desplegando mi más completa entrega.
Ahora, los pétalos agitados por mis soplidos van cayendo sobre mi vientre, como labios rojos ardientes en mi cuello, pidiendo por más droga.
El corazón se me desborda latiendo infernalmente y mi cuerpo se transforma en un altar de sensaciones endemoniadas.
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