Anoche los fuegos y las luces entraron en mi vientre anunciando la llegada de tu corazón repleto de esperanzas. En feroces pregones me abrieron a una nueva comprensión, al reencanto de mis percepeciones, cada una con un nuevo color y de cada color extrage un nuevo aroma.
No me fue necesario dormir. Entre los sueños que me fueron llevando por todos lados, hacia todos los rincones del universo, no dejaste ni una partícula sin extasiar con tus palabras, haciéndolas descansar de toda soledad anterior.
Y entre tantos vaivenes me fui encontrando con tu mirada tierna y tu piel conducente a la más profunda suavidad. Es allí, es con tu profunda comprensión e infinita entrega donde me quiero quedar para siempre, porque también es lo que quiero devolverte con cada caricia que intento regalarte en mis pobres pero sinceros intentos por hacer que me ames.
No me fue necesario dormir. Entre los sueños que me fueron llevando por todos lados, hacia todos los rincones del universo, no dejaste ni una partícula sin extasiar con tus palabras, haciéndolas descansar de toda soledad anterior.
Y entre tantos vaivenes me fui encontrando con tu mirada tierna y tu piel conducente a la más profunda suavidad. Es allí, es con tu profunda comprensión e infinita entrega donde me quiero quedar para siempre, porque también es lo que quiero devolverte con cada caricia que intento regalarte en mis pobres pero sinceros intentos por hacer que me ames.
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